Casonas montañesas, palacios, iglesias y humilladeros forman parte del paisaje arquitectónico de Mazcuerras, que se mezclan con una belleza natural inigualable.
Mazcuerras, antigua Malacoria, es la puerta de entrada a la Ruta de los Foramontanos, antiguos pobladores de Castilla en la época de la Reconquista, también conocida como “Luzmela”, nombre que adquiere por ser el escenario de la novela “La niña Luzmela”, una de las obras más importantes de la escritora Concha Espina.
Al igual que Concha Espina, otros personajes ilustres han encontrado su refugio en Mazcuerras, como Josefina Aldecoa, que aseguraba que Mazcuerras era su "lugar en el mundo", donde escribió la mayor parte de sus obras.
También el guitarrista y compositor Regino Sainz de la Maza, hijo Adoptivo de Mazcuerras, y casado a su vez con Josefina de la Serna, hija de Concha Espina, encontró aquí su cobijo.
El Ayuntamiento de Mazcuerras, ha rendido homenajes y honra la memoria de sus vecinos más ilustres con numerosos actos:
La colocación de una escultura en homenaje al guitarrista, en el 25 aniversario de su muerte. La escultura, donada al por la familia Sainz de la Maza, y realizada en bronce, por Iñigo Muguerza, nieto de Regino Sainz de la Maza y bisnieto de Concha Espina, se sujeta a una de las fachadas de la biblioteca pública de Mazcuerras, frente a la casa donde el músico ensayaba cada día.
La restauración de la plaza de Concha Espina para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de la escritora.
Durante 2019 se han llevado a cabo numerosos actor para celebrar el 150 aniversario del nacimiento de la escritora, entre ellos destaca la exposición “Concha Espina, una escritora a punto del Nobel”, esta exposición rinde tributo a la escritora, que fue propuesta hasta en nueve ocasiones para ser distinguida con el Premio Nobel de Literatura por eminentes personalidades del mundo literario internacional y por diversas universidades y academias, tanto europeas como norteamericanas. Sus comisarias, Belén Yuste y Sonia Rivas Caballero ofrecieron una conferencia sobre la vida y obra de la escritora.
María de la Concepción Jesusa Basilisa Rodríguez-Espina y García-Tagle, más conocida como Concha Espina, nació el 15 de abril de 1879 en Santander. Era hija de Víctor Rodríguez Espina y Olivares y de Ascensión García Tagle y de la Vega, la séptima de diez hermanos.
A los trece años de edad, su familia se trasladó a Mazcuerras, al domicilio de la abuela paterna allí comienza a escribir versos, apareciendo el 14 de mayo de 1888 en El Atlántico, unos versos bajo el seudónimo, Ana Coe Snichp. A lo largo de sus colaboraciones llegará a utilizar cinco seudónimos.
En 1891 fallece su madre y un año después se trasladan a Ujo, Asturias.
El 12 de enero de 1894 contrae matrimonio con Ramón de la Serna en Mazcuerras, y se trasladan a Chile donde fue corresponsal del "Correo Español" de Buenos Aires y colaboró en diversos periódicos. En noviembre de 1894 tienen a su primer hijo, Ramón y en enero de 1896, a Víctor.
En 1898 regresan a España y se trasladan a su residencia de Mazcuerras. Dos años después, nace José, que fallecerá muy pronto, y en marzo de 1903, nace su única hija, Josefina.
Escribe su estudio Mujeres del Quijote en 1903 y sus poemas Mis flores, al año siguiente. Colabora en diarios como La Atalaya, El Cantábrico, etc. En 1907 da a luz a Luis, su último hijo. En 1909 aparece publicada su primera novela, La niña de Luzmela y se traslada a Madrid.
El reconocimiento llega en 1914 cuando llega a las librerías La esfinge maragata, a la que la Real Academia de la Lengua otorgará el Premio Fastenrath en la primera ocasión en que se le otorga a una escritora. La autora se documentó “in situ” para la composición de este primer gran éxito novelístico, en el que describe el modo de vida de las mujeres maragatas, que integran una sociedad matriarcal que sin embargo vive pendiente de la presencia latente de los hombres ausentes, a los que respetan y esperan, aunque se saben víctimas de sus fracasos.
En 1916 escribe la novela La rosa de los vientos y el ensayo Mujeres del Quijote, que en su primera edición llevará por título Al amor de las estrellas y será ilustrado por un joven pintor santanderino del que Concha Espina era mecenas, César Genaro Abín. Entre 1916 y 1920 publica narraciones cortas, ágiles y llenas de sentimiento, muy líricas y con bellas descripciones.
En 1917 El jayón recibe el Premio Espinosa y Cortina, premio que otorgaba la Real Academia cada cinco años a una obra dramática. Se trata de un drama rural de gran belleza sobre la maternidad. Su autora lo adapta como obra de teatro a petición del autor dramático Martínez Sierra, y se estrena en Madrid en el teatro Eslava el 9 de diciembre de 1918; posteriormente se estrenará como ópera en Río de Janeiro.
En 1921 sorprende a los lectores con Dulce Nombre, novela con protagonista femenina, siguiendo su línea más generalizada, aunque ambientada de nuevo en su pueblo materno. Los personajes femeninos serán siempre una constante en su obra como protagonistas, unas veces como arquetipos y otras veces, como en Dulce Nombre, más como protagonistas individuales, ejes de una historia en la que la sociedad, o la familia, o ambas, impiden el desarrollo de la vida de la mujer que ella desea o siente necesaria. La idea de reivindicar una sociedad que no existe pero que tiene que alcanzarse se repite en las novelas de Concha Espina, y la mujer es la encargada de lograr ese propósito, sorteando todas las barreras que por costumbre o tradición le resultan impuestas desde el exterior.
En 1924 le conceden el Premio de la Real Academia Española por Tierras del Aquilón. Además, es nombrada hija predilecta de Santander y le es otorgada la Orden de Damas Nobles de María Luisa. En julio de 1934 se separa de su marido.
En 1926 escribe Altar Mayor, ambientada en la basílica y en la hospedería de Covadonga, a petición de los canónigos, que celebraban el veinticinco aniversario de su inauguración; esta novela es objeto de la concesión del Premio Nacional de Literatura, junto a Wenceslao Fernández Flórez, aunque después de la polémica ocasionada por la concesión ex aequo, Concha Espina dice entregar su importe a la suscripción del monumento a Cervantes.
Durante la Guerra Civil española publicó tres obras en torno al tema de la revolución: "Esclavitud y libertad", "Retaguardia", y "La luna roja". Un año después es nombrada miembro de honor de la Academia de Artes y Letras de Nueva York. En 1940 se queda completamente ciega. En 1950 recibe la Medalla del Trabajo.
En 1944, la Editorial FAX publica, por primera vez, sus Obras completas, que ella misma supervisa, con prólogo de su hijo, el periodista Víctor de la Serna. Varias crónicas, biografías, series de cuentos y una obra de teatro se suceden hasta la composición, en 1947, de El más fuerte, un retrato de la vida burguesa en Madrid.
Ese verano, su pueblo, Mazcuerras, le dedica un monumento en la plaza cercana a su domicilio en dicha localidad. El día 5 de diciembre de 1947, su amigo el escritor José María de Cossío, recién ingresado en la Real Academia Española, propone que la escritora ocupe otro sillón vacante en dicha institución, intento infructuoso.
En 1948, durante un homenaje en Mazcuerras, en donde veraneó siempre, salvo unos años transcurridos en Comillas, le imponen la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, y en 1949 obtiene la Medalla de la Academia de Letras y Artes de la ciudad de Córdoba.
Concha Espina llegó a estar propuesta en nueve ocasiones a los premios Nobel y, en tres de ellas (1926, 1929 y 1931), fue candidata. Fue propuesta al Nobel por 25 nominadores de numerosos países, entre ellos los españoles Jacinto Benavente, Gerardo Diego o Santiago Ramón y Cajal.
Concha Espina falleció el 19 de mayo de 1955 en Madrid.
Novela:
Singladuras
La eterna visita
La niña de Luzmela, 1909
Despertar para morir, 1910
Agua de nieve, 1911.
La esfinge maragata, 1914. Premio Fastenrath
La rosa de los vientos, 1916.
El jayon, 1916.
Dulce nombre, 1921.
El caliz rojo, 1923.
Tierras del Aquilón, 1924.
Arboladuras, 1925.
Cura de amor, 1925.
Arboladuras, 1925.
Arboladuras, 1925.
Las niñas desaparecidas, 1927.
El arte de robar (Cura de amor), 1928.
La virgen prudente, 1929.
Siete rayos de sol, 1930.
Copa de horizontes, 1930.
Candelabro, 1933.
La flor de ayer, 1934.
Retaguardia, 1937.
Luna roja, 1938.
El desierto rubio, 1938.
Las alas invencibles, 1938.
Reconquista, 1938.
Esclavitud y libertad, diario de una prisionera, 1938.
Casilda de Toledo, 1938.
Princesas del martirio, 1939.
El metal de los muertos, 1941.
El fraile menor, 1942.
Victoria en América, 1944.
El más fuerte, 1947.
Un valle en el mar, 1949.
Una novela de amor, 1953.
Aurora de España (La virgen prudente), 1955.
Teatro:
El jayon, 1918. Premio Espinosa y Cortina
La tiniebla encendida, 1940.
Moneda blanca, 1942.
La otra, 1942.
Poesía:
Mis flores, 1904.
Entre la noche y el mar, 1933.
La segunda mies, 1944.
Varios:
Simientes, 1918. Artículos.
Mujeres del Quijote, 1903.
Ensayo
Singladuras. Viaje americano (Cuba, Nueva York, Nueva Inglaterra), 1932. Libro de Viajes
Josefa Rodríguez Álvarez, Josefina Aldecoa, nació el 8 de marzo de 1926 en La Robla (León) en el seno de una familia de maestros, y vivió en León, donde formó parte de un grupo literario que produjo la revista de poesía 'Espadaña'.
Se trasladó a Madrid en 1944, donde estudió Filosofía y Letras y se doctoró en Pedagogía por la Universidad de Madrid sobre la relación infantil con el arte, tesis que luego publicaría con el título El arte del niño (1960).
Durante sus años de estudio en la facultad entró en contacto con parte de un grupo de escritores que luego iban a formar parte de la Generación del 50: Carmen Martín Gaite, Rafael Sánchez Ferlosio, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos e Ignacio Aldecoa, con quien se casó en 1952, con el que tuvo una hija, Susana.
En 1959 fundó en Madrid el Colegio Estilo, que fue para ella su gran obra, situado en la zona de El Viso. Se inspiró en las ideas vertidas en su tesis de pedagogía, en los colegios que había visto en Inglaterra y Estados Unidos y en las ideas educativas del Krausismo, base ideológica de la Institución Libre de Enseñanza: "Quería algo muy humanista, dando mucha importancia a la literatura, las letras, el arte; un colegio que fuera muy refinado culturalmente, muy libre y que no se hablara de religión, cosas que entonces eran impensables en la mayor parte de los centros del país".
En 1961 publicó la colección de cuentos A ninguna parte. En Los niños de la guerra (1983) hizo una crónica de su generación ilustrada por semblanzas, biografías y comentarios literarios sobre diez narradores surgidos en los años 50.
En 1969 murió su marido y permaneció 10 años en los que abandonó la escritura dedicándose a la docencia, hasta que en 1981 publicó una edición crítica de una selección de cuentos de Ignacio Aldecoa. Continuó su actividad literaria con novelas como Los niños de la guerra (1983), La enredadera (1984), Porque éramos jóvenes (1986) o El vergel (1988). En 1990 inició una trilogía de contenido autobiográfico con la novela Historia de una maestra (1990), Mujeres de negro (1994) y La fuerza del destino (1997), parcialmente en respuesta al discurso político durante los años posteriores a la dictadura acerca de cómo reconstruir el sistema educativo, al que no consideraba lo suficientemente laico.
En 1998 escribió el ensayo Confesiones de una abuela, en el que abordaba la relación y experiencias vividas con su nieto. En 2000 publicó Fiebre, una antología de cuentos escritos entre 1950 y 1990, y en 2002 El enigma, novela de temática amorosa.
En 2003 obtuvo el Premio Castilla y León de las Letras. En ese mismo año publicó En la distancia, sus memorias. En esta no sólo reconstruye sus recuerdos, sino también el de una generación perdida de intelectuales y escritores españoles de la Guerra Civil y la Posguerra: Ignacio Aldecoa, Luis Martín-Santos, Juan Benet, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio y Carmen Martín Gaite. También nos recuerda cómo llegó a ser escritora por accidente, mediante un encargo editorial, de lo que no se arrepiente. Lo mismo que de sus viajes al extranjero, que le permitieron sobrevivir al mundo cerrado y viciado del primer franquismo.
En 2005 publicó La casa gris, una obra que escribió cuando tenía 24 años en la que narra, en forma de novela protagonizada por Teresa, su vida en Londres reflejando la diferencia de España y Europa en los años 50.
En 2008 publicó Hermanas, su última novela.
Falleció el 16 de marzo de 2011 en Mazcuerras.
El arte del niño (1960)
A ninguna parte (1961)
Los niños de la guerra (1983)
La enredadera (1984)
Porque éramos jóvenes (1986)
El vergel (1988)
Cuento para Susana (1988)
Historia de una maestra (1990)
Mujeres de negro (1994)
Ignacio Aldecoa en su paraíso (1996)
Espejismos (1996)
La fuerza del destino (1997)
Confesiones de una abuela (1998)
Pinko y su perro (1998)
El mejor (1998)
La rebelión (1999)
El desafío (2000)
Fiebre (2001)
La educación de nuestros hijos (2001)
El enigma (2002)
En la distancia (2004)
La Casa Gris (2005)
Hermanas (2008)
Regino Sainz de la Maza y Ruiz nació en Burgos el 7 de septiembre de 1896, fue guitarrista, pedagogo, compositor y crítico musical. Hijo primogénito de Serafín y Felisa, nació en el seno de una familia de clase media dedicada al comercio. Sus antepasados eran de Bárcenas, en el municipio de Espinosa de los Monteros.
En 1906, a los 10 años, Regino adquirió su primera guitarra y comenzó sus estudios musicales con Santiago Landache (solfeo), José Nicolás Quesada (piano), y Eugenio Rodríguez Pascual (guitarra). Años después, en 1910, su familia se trasladó a San Sebastián, donde estudió piano con Germán Cendoya, armonía con Beltrán Pagola, y guitarra con Luis Soria. A los 15 años, se estableció en Bilbao para estudiar con Hilarión Leloup
El 13 de marzo de 1913, Regino asistió a su primera clase en Madrid con Daniel Fortea, su maestro inolvidable. Con 18 años, ofreció su primer concierto en el “Teatro Arriaga” de Bilbao. Solicitó una Beca para ampliar estudios a la Diputación de Burgos y al no podérsela conceder se marchó a Barcelona, donde inició su carrera de concertista y entabla amistad con los guitarristas Miguel Llobet y Andrés Segovia.
En 1920, a los 23, tocó por primera vez en Madrid, en el Teatro Lara y colaboró con Manuel de Falla en un concierto de la Sociedad Nacional de Música. Un años después, dio su primera gira por Sudamérica (90 conciertos). La Universidad de Buenos Aires le concedió el 20 de mayo su medalla de oro.
A los 28 años, entabla amistad con el compositor burgalés Antonio José Martínez Palacios, quien le dedicó sus dos únicas composiciones originales para guitarra: “Romancillo infantil” y “Sonata”. En 1926, ofreció su primera gira por Francia (París/Sala Pleyel); en 1927, en Alemania; y, en 1928, en Inglaterra (Londres).
A los 33, dio su segunda gira por Sudamérica (Uruguay, Argentina y Brasil).
El 19 de diciembre de 1930 contrajo matrimonio, en la Real Basílica del Monasterio de El Escorial, con Josefina de la Serna, hija de la escritora Concha Espina. Tuvieron cuatro hijos, entre ellos la actriz Carmen de la Maza.
El 6 de diciembre de 1935 fue nombrado Catedrático de Guitarra del Conservatorio de Madrid. A los 42 años, el 18 de abril se incorporó al diario ABC como crítico musical.
El 9 de noviembre de 1940 estrenó en Barcelona el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, bajo la dirección de César Mendoza Lasalle y la Orquesta Filarmónica. El 11 de diciembre lo estrenó en el Teatro Español de Madrid con Jesús Arámbarri Gárate, como Director. A los 59 años, en 1955, el Ateneo de Madrid publica su libro de ensayo “La Guitarra y su historia".
El 1 de marzo de 1958 fue nombrado “Hijo Predilecto de Burgos” ââ¬â¹ y el 23 de marzo, Regino ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, según acuerdo unánime de la Junta celebrada el 5 de noviembre de 1956. El 10 de marzo leyó el discurso "La música de laúd, vihuela y guitarra del Renacimiento al Barroco", en su recepción pública. Por primera vez en la historia de la música, la guitarra entraba en la Real Academia de Bellas Artes.
En 1967 le fue otorgada la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
El 17 de julio de 1975, a los 78 años, recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y, un años después, el homenaje en la Fundación “Juan March” de Madrid.
El 9 de julio de 1979, a los 82 años, ofreció el último concierto de su vida, en su ciudad natal, en la iglesia de San Nicolás de Bari.
Falleció el 26 de noviembre de 1981 en Madrid a los 85 años.